La Salle B 107 - Santa Maria 31
Nuestro Junior B, conglomerado de jugadores varios, venció ayer viernes al Santa Maria en un partido donde lo importante fue no quedarse quieto por aquello del frío. Por esta razón, supongo, acudieron dos árbitros y se vigilaron el uno al otro.
Salchicha porque es un equipo que gusta sin necesidad de saber cómo está hecho. Salchicha porque es peleón. Salchica porque ya se ha dicho que es un conglomerado, hay de todo y de todas partes.
La grada estuvo más animada que de costumbre. Como incidente señalar las lesiones de dos jugadores rivales que esperamos no revistan gravedad. El partido transcurrió sin excesivos sobresaltos gracias en parte a la buena defensa inicial con garra y tenacidad y al acierto anotador tanto de corta como de larga distancia.
En la parcela de porcentajes destacar un excelente 83% en triples (5 de 6), un mejorado 55% en tiros de dos (44 de 80) respecto al anterior partido y un bastante bajo 40% (6 de 15) en tiros libres.
El partido me recordó a aquellas meriendas de cumpleaños prepubertad en Dallas Burger en que había niños que esperaban disciplinadamente la comida -Santa Maria- que por otro lado siempre llegaba tarde mientras que había otros niños que se colaban con ahínco hasta la cocina -La Salle- en busca de una ración extra cual si de rapiña se tratase.
Y como buena merienda de cumpleaños se respiró durante el partido un ambiente festivo. Como de partida de parchis a 20 duros la ficha comida. Un ambiente inquieto, diferente al del resto de partidos y es que no en vano tras el match el equipo debía acudir al Café Lima a hacer cuenta de sus famosas ensaladas y llonguets. Doy fe de ello.
Por último decir que este equipo parece que tiene a su alcance llegar a rozar el éxito, sino tocarlo completamente, porque está aprendiendo a conjugar las tres claves importantes para ello: voluntad, valor y decisión. Esta última ligeramente en ciernes todavía.
Veremos a ver la semana que viene con dos trascendentales partidos: Luís Vives e Hispania.