Hola a todos. Aquí van las crónicas de los dos últimos partidos.
El partido del sábado 28 de abril contra el Sant Llorenç significó un jarro de agua fría, una derrota inesperada, aunque sin paliativos, frente a un equipo al dejamos escapar en la primera vuelta, 32-36, jugando con cuatro minis.
¿Causas? Sinceramente, creo que el problema no estuvo tanto en la mejora del rival como en nuestra actitud y solidaridad defensiva, parcial de 15-30 en los cuartos 2 y 3, y en la ya tradicional falta de acierto ante la canasta rival, 12-55, con mención para nuestro juego interior con 2-31.
Y, por lo que respecta al cierre de liga frente al Sa Pobla, el equipo campeón de nuestro grupo, 21-1sobre 22 jornadas, señalar que durante 30 minutos aguantamos el tirón, 30-17, con un resultado “excesivamente amplio” para el juego desarrollado, pero en el cuarto parcial, - rotación de jugadoras, bajón defensivo, maltrato del balón, juego por libre -, encajamos un parcial de 22-3 que tiró por la borda todo el trabajo anterior.
Y alguno se preguntará; ¿qué trabajo si vas 13 abajo en el minuto 30? De entrada, jugar conforme al trabajo de los entrenamientos y a las pautas dadas por el entrenador. Después, el saber estar en la pista con actitud e intensidad, con independencia del resultado del marcador, ya que hay otro resultado, el interno, el de sentir que, colectiva e individualmente, progresamos; resultado que es el más importante, y que desgraciadamente, también, más de un día hemos ido 13 abajo.
Ahora, toca entrenar sin jugar, conviviendo, más adelante, con el inicio de las vacaciones escolares, las de la pelotita naranja, comienzan el 28 de junio; por mi parte, el planteamiento es claro, trabajar para mejorar y preparar la temporada próxima.