Un día extraño.
De entrada, el madrugón, el viaje a Manacor, una pista corta y estrecha, y todo ello condimentado con un error no reconocido de la mesa, salida por personales de Gabi en sólo 9 minutos, con dos cometidas en un primer cuarto que no jugó, circunstancia que influyó algo en el devenir del partido.
Y luego nuestro juego, plagado de buenas intenciones con malas decisiones. Cuando jugamos con un quinteto alto, no hay balones interiores; todo exterior. Cuando el balón llega al poste alto, abrimos distancia con nuestra compañera, no cortamos, no ayudamos, no pivotamos, no nos buscamos, resultado once pérdidas en el poste alto (al menos ya perdemos el balón en ataque y no en la transición) Y luego, como colofón, unas no miran el aro, otras lo miran demasiado y siguen gastando tiros sin dar un pase más, sin buscar a una compañera mejor colocada. Y en defensa, tiernas, muy tiernas, acompañando en las penetraciones y dejando pensar a la jugadora con balón. (Un detalle de calidad del CB Manacor, hasta 8 jugadoras se atreven a mover la bola)
Con todo, jugamos mejor que en las dos últimas citas, no bajamos los brazos e incluso, por momentos, jugamos con un buen baloncesto.
En lo individual, buen partido de Irene, Lluc y María, bien acompañadas por el resto del equipo. Y ahora, en estos días festivos, esperemos que uno de nuestros puntuales, se serene y deje de agobiarse si no anota, que en nuestro juego hay muchas cosas para sumar.
La segunda vuelta se cierra con cuatro partidos, dos en casa, Joventud Mariana y Sant Llorenç, que deberíamos sacar para terminar la segunda vuelta en positivo y certificar la gran mejora del equipo, sin renunciar a nada en las visitas a los dos lideres.
Felices Pascuas.