El partido del sábado fue demoledor. Evidenció todas nuestras carencias y defectos.
La primera la ceguera del entrenador que hasta la fecha no había sido capaz de detectar su escasa capacidad de comunicación ya que ni siquiera lo básico, - bote, pase y tiro - somos capaces de ejecutar, de ahí nuestros números en ataque, de ahí que pretender jugar con movimiento de jugadoras sin balón y pasando sea de momento una utopia.
Y, por lo que respecta a la defensa, tenemos dos grandes problemas: la actitud y la falta de disciplina.
Es evidente que necesitamos un cambio, empezando por el entrenador. Vamos a ver si somos capaces de rearmarnos moralmente y volver a disfrutar jugando al baloncesto.
PD: Por la mañana, tuve la suerte de ver al equipo MINI. Gran inicio de temporada, siendo bueno el resultado, el juego fue mejor.