El guión del primer cuarto fue similar al de otros días, llevamos el ritmo de juego, pero no definimos, buenos tiros sin premio, - cuatro, cinco corbatas -, además anticipamos la Navidad y regalamos canastas fáciles, total que se sientan con un ca.... y con la sensación de que el marcador es injusto.
El segundo cuarto, ..., sin comentarios, hubo momentos en que llegué a creer que sólo jugábamos con tres jugadoras dada la intensidad de nuestra defensa.
Tras el descanso, más regalos. Y de golpe, durante 6 minutos, baño de baloncesto; tanto que nuestro público tomo el pabellón, - sólo se oían gritos de Salle, Salle -; tanto que el entrenador no entiende por qué las señoritas esperan 24 minutos para comenzar a jugar; tanto que el contrario agota posesión tras posesión; tanto que el equipo de Cuarto Milenio se instala en el vestuario del Infantil Femenino ESPACIAL del CB La Salle.
El hechizo duro algunos minutos más, por casta y descaro, que también son necesarios, de la unidad B, picada por los mensajes subliminales del todavía entrenador.
Lo dicho, muchas historias en un partido.
En lo individual, pocas variaciones, si bien quiero destacar el trabajo en defensa en el tercer cuarto de las menos altas en estatura, aunque sobradas de casta, y los minutos de Laura Rotger en el último cuarto.