Mientras jugamos con la cabeza y en equipo, nos mantuvimos en el partido, cerrando el primer parcial a nuestro favor; con la llegada de las primeras dificultades, perdimos la concentración, dejamos de confiar en nuestras capacidades, individuales y colectivas, y aunque en determinados momentos volvimos a jugar, ya era tarde.
Entiendo perfectamente a mis jugadoras, se que es muy duro jugar sábado tras sábado con nuestra racha de resultados, no logramos creer en nosotras, alternando fases de gran juego, con tremendos bajones en nuestra concentración y sobretodo de ilusión. Pero también es cierto que nuestro juego da para más, - recordemos los partidos que no supimos cerrar -, como lo demuestra los cuartos jugados en los últimos días contra los equipos de la parte alta; nos falta concentración, nos falta continuidad, y sobretodo jugar sin ansiedad, sin prisas, dándonos cuenta que cuando jugamos con disciplina y paciencia todo es más fácil a ambos lados de la pista.
Con todo, las chicas van creciendo, siendo evidente quienes van adquiriendo cada día más responsabilidad y participación en el juego, caso de Carla y Marta R, y quienes rectifican su actitud.
PD El CB Alcudia juega un baloncesto varios peldaños por encima del nuestro, gracias a la calidad de su jugadora número 10. Lastima que su actitud sobre la pista no sea la misma, lastima que su entrenador, al que le trasladamos nuestro malestar al final del partido, no considerara oportuno que se acercara al vestuario del CB La Salle a reconocer que es más chula que un ocho, tras pasarse la segunda parte vacilando a nuestras jugadoras (en el primer cuarto, bien calladita que estaba). Compañero del CB Alcudia, la solución es muy fácil, que no juegue, que este sentadita, aunque pierdas partidos, ya verás como se baja del pedestal y sus compañeras crecen. Saludos.