La verdad es que nunca habría pensado que un viaje hasta Inca diera para tanto.
En lo social.
Nadie nos saluda cuando llegamos, aunque nosotros si saludamos a la entrenadora del equipo local. El vestuario asignado carece de limpieza y puertas. Al solicitar poder acceder al vestuario del equipo local, algo más limpio, se nos contesta con mal humor que no, que es para el equipo local; sorpresa cuando acaba el partido anterior, el equipo visitante si puede cambiarse en el santuario local. El agua para el visitante en garrafa; botella para el equipo técnico local.
En lo deportivo.
El Infantil Femenino del Drac Inca se apunta a la nueva moda: ZONA LOS 40 MINUTOS. Nuestras chicas dieron la cara en todo momento, llegando con el partido empatado hasta el minuto 35; momento en que todo cambio: el aro encogió; el arbitro decidió que tenía hambre y se merendó el silbato; el equipo local gracias a una exquisita defensa logro descentrarnos y llevarse el partido. Con todo los principales culpables somos nosotros, 28 puntos anotados no nos llevan a ningún sitio.
Pero las sorpresas no acaban, el acta del partido carece de las entradas del equipo local en el tercer cuarto y hay quien ni siquiera piso la pista ¿?
En lo particular.
Los entrenadores somos conscientes de ello, puntos y valoración no siempre van de la mano. Impresionante el partido de María, 91 de valoración, bien secundada por Carme, 64, y Marta Pla, gran trabajo en defensa, 40.