El sábado teóricamente jugábamos en Porreres, pero salvo chispazos puntuales, no nos enteramos de la película.
El objetivo, no dar un paso de atrás respecto al juego desarrollado en el último partido, progresar con independencia del marcador externo, - el rival pelea por otros objetivos muy diferentes -, fue olvidado, junto con la cabeza, en algún rincón del vestuario.
La agresividad y velocidad en ataque, la intensidad en defensa, ingredientes escasos en nuestro juego.
Y lo peor, la sensación del da igual, el conformismo con que se recibe un baño en todos los conceptos, sin que en ningún momento, surja una voz de rebeldía
En fin, mi humor no da para más; el sábado toca la tercera trituradora de nuestra liga. ¿Cuál será la fase lunar del equipo?.
PD Evidentemente, los comentarios generales tienden a ser injustos, pero no creo que ninguna de mis jugadoras quiera ser destacada en un día tan gris como equipo.