En un día que comenzó a las diez de la mañana con el partido del Cadete A, seguido del buen partido del Mini Femenino y de la primera victoria del Infantil B Femenino, y rematado por el baloncesto de otra altura de los Júnior A Masculino y Femenino, con todo lo anterior, creo que el partido de la emoción y la ilusión se vivió en el partido entre las Diablito y el Joventud Mariana, un partido que fue un gustazo ver, y sobretodo, para las protagonistas, jugar.
El mensaje de este entrenador plumilla, siempre es el mismo: Sufrimos en los entrenamientos, para disfrutar en los partidos. Del dicho al hecho, la trampa, ya que la diversión en baloncesto conlleva actitud, concentración, intensidad, sufrir en defensa, etcétera, y ayer tarde, por fin, las chicas, el equipo en pleno, comprendió la realidad del mensaje, y sobretodo disfrutaron jugando, se dieron cuenta de una vez, eso espero, del baloncesto que son capaces de desarrollar, y, lo que es mejor, del que todavía les queda por descubrir.
Primer Cuarto
Buen juego, aunque con dudas en el ataque. El tamaño del equipo contrario se nos atraganta, con todo, anotamos la primera y la última canasta del cuarto. En defensa, sufriendo, sobre todo en el rebote.
Segundo Cuarto
A priori, el más delicado. En ataque, todo bien, hasta que tiramos, malgastamos todas nuestras opciones con tiros mal ejecutados. En defensa, desaprovechamos el buen trabajo sobre la jugadora balón, dejando libres las líneas de pase; no obstante, un par de acciones nos ilusionan antes del descanso.
Vestuario
La capi lo tiene claro: “Hoy estamos jugando bien, pero ..”
La misión esta clara: nuestras opciones pasan por presionar la línea exterior, no dejar que la bola llegué dentro. Y en ataque, descaro y velocidad, y sobretodo, buena finalización.
Tercer Cuarto
Impresionante. Volvemos a entrar en el partido, las chicas juegan en equipo, con dureza e intensidad desarman el ataque contrario, y en ataque, por fin jugamos sin balón y con todo el mundo creciendo y asumiendo responsabilidades. Lo malo, la quinta falta de María, jugadora que nos da mucho de eso que llamamos intangibles.
Epílogo
No rematamos la remontada, la diosa fortuna nos abandona por un cochino punto, cuyas causas son múltiples y secreto de vestuario. Lo mejor, la actitud y el juego de todo el equipo.
Conclusión
En las próximas citas, ni un paso atrás, no renunciemos a jugar como podemos jugar, de este modo, siempre disfrutaremos.