El pasado viernes se culminó un largo trabajo cuyos primeros pasos se remontan al mes de abril del año pasado. Todo cuanto aconteció el pasado viernes forma parte ya de la pequeña historia del CB La Salle.

El ansiado día llegó, valga el tópico, el sueño se ha cumplido, ya no suspenderemos ni entrenamientos ni partidos por la lluvia, ya contamos con ese espacio tan deseado para el desarrollo y práctica de nuestro deporte: BALONCESTO. Y, dentro de unos días todavía será mejor, almacén, sala de reuniones, vestuarios jugadores(as) y entrenadores(as).

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Dar las gracias muy especialmente al Colegio La Salle Palma, representado por el Hermano Pascual por apoyar y liderar el proyecto de construcción del pabellón, al Hermano Fidel por coordinar la obra y al Hermano Ramón por rematar la faena.

Dar las gracias a todos aquellos que han colaborado en la construcción del polideportivo escolar La Salle Palma.

Y dar las gracias a todos por la paciencia y colaboración en los entrenamientos a oscuras de estos dos últimos meses.

Ahora, y no sé muy bien en que orden, toca disfrutar, jugar, cuidar, aprender, trabajar, crecer individual y colectivamente, no sólo en lo que respecta al juego sino en lo que supone en convivencia con los(as) compañeros(as) del equipo, el cuerpo técnico y la mejor afición, las madres y padres de nuestros jugadores(as). ESTAMOS DE ENHORABUENA.

Y, en mi caso, agradecer que el honor de inaugurar el pabellón correspondiera a los equipos de MINI e INFANTIL FEMENINO, con un festivo partido que contó con la participación de todas las jugadoras, anotando la primera canasta del UGUI ARENA la jugadora del infantil Sonia Ramis, -de los Ramis, saga de gran tradición dentro del CB La Salle.

Un abrazo para todos.