Ayer lunes el Perfumerías Avenida publicaba en su página web una entrevista que hacía a dos de sus nuevas incorporaciones, entre las que se encuentra nuestra ex-jugadora Inés Tomás. Queremos compartir con todos nuestros seguidores dicha entrevista, pues las palabras de ambas jugadoras rebosan amor al baloncesto.
Foto cortesía de @AlexAvenida.
Enlace a la web de Perfumerías Avenida
Con tan solo 16 años, los sueños se sienten cercanos. Eres capaz y crees que todo aquello que te propongas, lo vas a conseguir. Y si encima, cumples uno de ellos, tus aspiraciones y metas, de la misma forma que la motivación propia para conseguirlos, van en aumento. Paula Suárez e Inés Tomás, una de Navarra y la otra de Mallorca, veían a través de la pantalla a todo un Perfumerías Avenida, uno de los mejores equipos de España e incluso de Europa. Querían ser como ellas. El baloncesto, deporte al que ambas se dedicaban desde pequeñas, parecía que se les daba bien y pedían más. Nunca se habían enfrentado la una a la otra y ni siquiera se conocían, pero una llamada, provocada por el rendimiento de ambas en sus respectivos equipos, hizo que se unieran en el Junior A de la cantera de Perfumerías Avenida. Tienen 16 años y además, ya han debutado junto a las jugadoras que precisamente, veían por la tele.
¿Costó tomar la decisión de veniros a Salamanca?
Inés: “Yo, la verdad es que tenía claro que quería irme, pero tanto mi familia como yo no quisimos dar una respuesta clara hasta ver todo: el piso, el instituto, la ciudad…Mis padres me dijeron que era una gran oportunidad y toda mi familia, desde mi hermano hasta mis abuelas, me apoyaron para venir aquí”.
Paula: “A mí me costó bastante decidirme. Y después de venir a ver el piso y el resto de Salamanca, tomé la decisión. Influye mucho la vida que vas a tener, dónde vas a vivir, con quién…La verdad es que mis padres me dieron libertad para tomar la decisión. Si quería quedarme me iban a apoyar, de la misma forma que si decidía irme”.
¿Y ahora que ya estáis aquí?
Inés: “A mí no me ha costado mucho adaptarme a la ciudad y es en parte, porque desde el primer momento nos han ayudado muchísimo. Además, cuando me fui creí que iba a echar mucho de menos a mi familia, pero cuando llegué, entre los entrenamientos y mis compañeras de equipo, todo ha ido tan bien…que no me ha dado tiempo a pensar en que les echo de menos. Son cosas a las que tienes que hacerte a la idea, tienes que dejar a tu familia y amigos atrás y ser consciente. Hemos venido aquí a jugar”.
Paula: “Al final, el hecho de que vivamos con nuestra gente del día a día, con nuestras compañeras de equipo, hace que todo sea mucho más fácil. Me siento tan cómo y a gusto…que tampoco les echo mucho de menos”.
Según llegaron a Salamanca, su primer reto fue el más grande. Entrenar con el primer equipo. ¿Cómo fue esa experiencia?
Inés: “Yo no me lo creía, Cuando dije que sí a venir aquí, aún no sabía que iba a entrenar con el primer equipo y cuando me lo dijeron, fue como…madre mía. Silvia Domínguez, Laura Gil…solo con mirarlas jugar, ya aprendes. Fue y es increíble”.
Paula: “Sí, fue muy guay. Cuando me dijeron que iba a poder hacer la pretemporada con las jugadoras del primer equipo aluciné. Es que son jugadoras muy buenas, que están en distintas selecciones y al final se dedican solo al baloncesto, que es a lo que yo quiero aspirar. Vivir la experiencia ha sido saber un poco más que quiero llegar a ello”.
A pesar de que la sociedad está cambiando, esa meta sigue estando especialmente complicada en el caso del deporte profesional femenino.
Inés: “Sí. Ahora las cosas están cambiando, pero sigue siendo algo muy complicado. Si tuviera la oportunidad, no me lo pensaría, me haría mucha ilusión. Pero no podemos dejar de estudiar, tenemos que tener una carrera”.
Paula: “A mí me encantaría poder dedicarme a jugar profesionalmente al baloncesto, pero entiendo que es difícil”.
Fueron una pieza clave en la pretemporada perfumera, pues tan solo el primer equipo contaba con cuatro jugadoras profesionales en sus primeros compromisos. ¿Cómo gestionasteis esa responsabilidad?
Inés: “Al principio quieres hacerlo siempre bien y estar todo el rato a tope, pero claro no puedes. En mi caso, el físico que tenía comparado con el de ahora…era horrible. Pensaba que no aguantaría la primera semana entera, pero lo tienes que hacer, no te queda otra. Sin embargo, al final nos sentíamos unas más del equipo. Las jugadoras estaban pendientes de nosotras y nos ayudaron un montón”.
Paula: “Pienso lo mismo. Al principio estás todo el rato pensando en que no puedes equivocarte, porque son profesionales. Yo muchas veces me preguntaba…¿Qué hago aquí? Nos imponían mucho, pero solo al principio. Ahora cuando estamos en los vestuarios y coincidimos con ellas, nos preguntan por el instituto, hablamos…y es muy guay”.
Con algo más de dos meses en Salamanca viviendo solas, ¿habéis notado un crecimiento personal?
Inés: “Yo cuando fui a Mallorca, lo primero que me dijeron mis padres es que se notaba que ya vivía sola, pero…yo no noto tanto la diferencia, al final quieras o no tienes que madurar”.
Paula: “A nivel de madurez hemos dado un salto. Tener que vivir sin padres se nota, aunque hay que decir también que la chica que está con nosotras nos ayuda un montón”, señala entre risas. “Por ejemplo, lo he notado bastante en el hecho de estudiar. Vivimos cuatro jugadoras del mismo equipo y claro, eso se nota…”
A pesar de ser la mayor parte del equipo de primer año, el Junior A de Perfumerías Avenida, mira hacia arriba e ilusiona esta temporada.
Inés: “Tenemos un equipo que trabaja muchísimo. Todas se esfuerzan, le ponen muchas ganas y lo dan todo. Además, con los dos entrenadores que tenemos creo que podemos mejorar muchísimo todavía y llegar lo más lejos posible”.
Paula: “También tenemos que pensar que somos la mayoría de segundo año y que nuestro equipo es para un año más. Vamos a intentar estar lo mejor posible para la próxima temporada. Habremos jugado dos años todas juntas y eso se va a notar”.
A pesar de su corta edad, derrochan baloncesto por los cuatro costados. Ambición, trabajo y mucho amor aportan a un deporte, que les marca un camino de esfuerzo, pero de grandes éxitos.
Inés: “Yo cuando empiezo el día solo quiero ir a entrenar. Solo me apetece ir al entrenamiento, el momento en el que doce personas comparten lo que más les gusta, es increíble. Incluso si tienes un examen al día siguiente, aunque lo lleves peor, también tienes ganas de ir a entrenar. El baloncesto aporta muchísimos valores, aprendes a empatizar con las personas, a ser buena compañera, a esforzarte por lo que quieres. A mí me ha ayudado en mi día a día”.
Paula: “Creo que cuando eres pequeña es más difícil ir a entrenar. Sin embargo, cuanto más mayor eres, más te das cuenta de lo que es el baloncesto y empiezas a organizarte mucho mejor, al mismo tiempo que estudias. Tienes que ver el baloncesto como un hobby, que te hace bien. No podemos estar todo el día estudiando y esas dos horas nos dan la vida para poder desconectar, relajarnos, olvidarnos de todo y hacer lo que nos gusta. Creo que lo más bonito es disfrutar del proceso. El hecho de ir todos los días a entrenar y pasar tiempo con tus amigas.”
Inés continúa: “Conseguir los objetivos, al final hace que te acuerdes de toda la temporada y que veas todo lo que habéis conseguido. Tu equipo y tú. Lo valoras más”.
“La sensación de haber trabajo y sufrido toda la semana y ganar el partido del fin de semana, de celebrarlo en el vestuario…es genial”, completa Paula.
“Además, somos Junior, es la última etapa y después de estos años todas nos separamos. Quieres aprovechar más cada día y eso hace que disfrutes más. Queremos pasar mucho más tiempo del que vas a tener”, afirma Inés.
“Ha sido todo muy intenso”, finaliza Paula. Y ojalá lo siga siendo, porque no hay mejor palabra para acabar esta entrevista. Intensidad.